Método Lúdico

Notas y Artículos
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¿Qué es el Método Lúdico?

También denominado Aprendizaje Basado en Juegos, el Método Lúdico es una modalidad de enseñanza que funciona al revés. La asignatura en cuestión se adapta a un entorno más entretenido para facilitar la adquisición de una serie de conocimientos concretos.

Así lo explica Ingrid Mosquera, profesora de UNIR especializada en didáctica, enseñanza online, herramientas digitales y aprendizaje activo, que advierte de la necesidad de ver el juego como un recurso pero nunca como un fin.

Los objetivos, explica, serán didácticos y lo aprendido debe poder ser extrapolable fuera del propio juego. Además, en el método lúdico existe competitividad y hay ganadores y perdedores, a diferencia de lo que ocurre con la Gamificación, en la que las reglas están orientadas únicamente al progreso, tanto si este está enfocado a desarrollar habilidades, a reforzar o evitar hábitos o a cualquier otro fin.

Desde el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia destacan, por tanto, este enfoque formativo como una de las formas más importantes en las que los niños obtienen conocimientos y competencias esenciales. El Aprendizaje Basado en Juegos permite establecer un entorno idóneo para la enseñanza caracterizada por ser:

1. Beneficioso para el desarrollo de los niños

Durante la infancia, se juega para dar sentido al mundo y para descubrir el significado de una experiencia conectándola con algo que ya se conocía previamente. La interpretación de tales vivencias puede ser expresada y ampliada gracias a las propuestas lúdicas.

2. Divertido

Cuando vemos jugar a nuestros hijos, o incluso a cualquier adulto, es frecuente apreciar como se suceden las risas. Pese a frustraciones puntuales, la sensación global gira en torno al disfrute, la motivación, la emoción y el placer.

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3. Participativo

Cualquier escenario lúdico invita, además, a la participación activa. La implicación es uno de los elementos comunes y promueve la combinación de actividad física, mental y verbal, fomentando las habilidades propias de cada uno de dichos terrenos.

4. Dinámico y repetitivo

El juego no es estático, sino que se basa en poner en práctica competencias, intentar posibilidades, revisar hipótesis y descubrir nuevos retos, actitudes iterativas que inevitablemente se traducen en un aprendizaje más profundo.

5. Socialmente interactivo

La puesta en común de las ideas posibilita que los ámbitos lúdicos sean también útiles para entender a los demás. Una interacción social que constituye una puerta de acceso hacia un conocimiento más profundo y permite estrechar, al mismo tiempo, las relaciones con el resto de participantes.

(Fuente: https://saposyprincesas.elmundo.es/)

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