Por qué Armar Rompecabezas da Placer
Armar Rompecabezas da placer, y es tan particular que no puedo entender cómo el idioma español no tiene una palabra para referirse a ello.
Hablo del preciso instante en que después de mirar el desorden de fichas por un largo rato, encontramos el lugar exacto donde encaja la pieza que tenemos en la mano. Marcelo Danesi, profesor de semiótica y antropología de la Universidad de Toronto nota que la necesidad de resolver problemas es una tendencia innata.
“Los puzles —tanto los acertijos verbales como los rompecabezas físicos— se remontan a los orígenes de la civilización. Si le preguntas a un niño que nunca resolvió un acertijo algo así como ‘¿Por qué la gallina cruzó la calle?’, no va a dejar de molestarte hasta que le des una respuesta”.
Por otra parte, “los rompecabezas nos permiten observar una situación que parece completamente aleatoria y caótica, pero sabemos que cuando la resolvamos nos dejará apreciar ese algo que llamamos orden”, le dice el académico a BBC Mundo.
“Los puzles le dan a nuestra mente algo para hacer que nos aleja de las frustraciones de la vida cotidiana. Es una buena forma de involucrarse en algo que remplaza nuestros problemas y que tiene solución“, añade.
Encontrar una respuesta nos da una satisfacción emocional, casi como si fuera un alivio, señala Danesi. “Al menos tenemos algo en nuestra vida que tiene solución”.
(Fuente: https://www.bbc.com)